ADRA es una agencia internacional de desarrollo y ayuda humanitaria que enfoca primariamente la sustentación, con proyectos de desarrollo a mediano plazo.
ADRA ha trabajado por décadas alrededor del mundo ayudando a las personas a vencer la pobreza, las enfermedades, los sufrimientos resultantes de los desastres naturales, y alfabetizando a quienes nunca tuvieron la oportunidad de hacerlo. 
Cada proyecto habla sobre el principio de desarrollo - la sustentación - en lugar de solamente proveer una ayuda temporaria. ADRA trabaja con la comunidad y el gobierno local para crear y desarrollar soluciones productivas.
Construimos conexiones, relaciones humanas duraderas, conocimiento permanente a la comunidad, habilidades orientadas a la mejoría económica a largo plazo, y el desarrollo de recursos e instalaciones locales.
Orientados por resultados, la administración de nuestros proyectos está siempre basada en la evaluación directa de la comunidad. Trabajamos con lo que existe, considerando las necesidades y las esperanzas de quienes ayudamos, y buscamos siempre la oportunidad de un cambio mensurable y cuantitativo.


¿CUÁL ES LA MISIÓN DE ADRA?
Reflejar el carácter de Dios a través de actividades humanitarias de desarrollo.
Apoyar activamente a las comunidades necesitadas a través de una guía de actividades de desarrollo, diseñada, implementada y ejecutada en conjunto.
Proveer auxilio en casos de desastre y trabajar en conjunto con las personas afectadas para alcanzar soluciones a largo plazo.
Trabajar con los necesitados en sociedades equitativas para alcanzar un cambio positivo y sustentable dentro de la comunidad.
Construir relaciones humanas que desarrollen capacidades autónomas, tecnología apropiada y capacitación en todos los niveles.
Mantener relaciones constantes con nuestros colaboradores pues ellos patrocinan los medios para el desarrollo de las actividades.
Promover y aumentar la participación de la mujer en el proceso de desarrollo.
Capacitar y ayudar a la comunidad con el propósito de mantener y administrar los recursos naturales del medio ambiente de manera responsable.

Facilitar los derechos y habilidades de los niños para que también puedan alcanzar su pleno potencial y al mismo tiempo ayudarlos a asegurar su supervivencia.

¿CUÁL ES SU HISTORIA?
Durante más de un siglo, ADRA ha sido relacionada con trabajos de carácter humanitario bajo diferentes nombres y programas, pero siempre buscando una adaptación para alcanzar los desafíos de la época. ADRA fue formada a inicio de l900 en los suburbios de Chicago, Illinois, USA, como una asociación de beneficencia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, dedicada a las obras de caridad.
A fines de la Primera Guerra Mundial y debido a la devastación sin precedentes, la Agencia envió auxilio a Bélgica, Francia, Alemania, Turquía, Egipto, Rusia, China y también al Medio Oriente. El inicio de la Segunda Guerra Mundial puso a ADRA nuevamente al servicio del mundo, acelerando la expansión de sus trabajos de ayuda humanitaria.
En 1959, el envío de ayuda anual llegó a los 2.3 millones de dólares, con 29 países beneficiados. En gran parte, este desarrollo se debió gracias a las buenas relaciones que fueron establecidas con las nuevas agencias de desarrollo no gubernamentales (ONG), y que continúan siendo fortalecidas en el tiempo.
A mediados de la década del 70, la organización comenzó a aumentar su misión de auxilio a los programas orientados y al desarrollo de las comunidades a largo plazo. En 1984 la agencia fue reorganizada con el nombre de ADRA y gracias al apoyo del primer subsidio y sus debidas contrapartes, cambio el principal enfoque de los programas de desarrollo a largo plazo.
Actualmente ADRA es una de las mayores ONG presentes en el mundo, con sede en Silver Spring, Maryland, USA, y actúa como coordinadora central de una red global siempre en crecimiento.
Guiada por su filosofía de compasión y ayuda humanitaria, ADRA ha intentado estar presente con todos aquellos que necesitan de su ayuda, sin distinción de raza, ni afiliación política o religiosa. Su trabajo está caracterizado por una planificación cuidadosa de actividades en conjunto y convenios respetuosos, unidos a un enfoque dedicado al servicio de las personas, con el fin de establecer compromisos a largo plazo a través de proyectos dirigidos a las necesidades de las comunidades.